Octubre 2021
De la impresión de que hay pocos cambios y metas interesantes en salud. Es ciento que la preocupación por la pandemia ha sido, con justificada razón, la principal preocupación del gobierno. Sin embargo ahora debemos enfrentar nuevos e importantes desafíos. Hay una acumulación importante en la lista de espera, especialmente de pacientes portadores de patologías quirúrgicas, sumando varios miles de enfermos.
¿Cómo priorizar? Es una muy buena pregunta. En nuestro equipo de cirugía hepatobiliopancreático del Hospital Salvador en Santiago de Chile, estamos dando prioridad a aquellos pacientes que se encuentran hospitalizados y que son portadores de patologías graves, asociados a mortalidad como colangitis, complicaciones de pancreatitis, hemorragias, etc. Posteriormente a los que están hospitalizados y tienen patologías malignas.
Respecto a los pacientes ambulatorios, se priorizan a aquellos portadores de patologías malignas y dentro de ellos, interviniendo primero los que son portadores de cánceres más agresivos como páncreas o vesícula, comparados con otros de evolución más lenta, como las metástasis de cáncer de colon o los hepatocarcinomas.
El gran problema se produce con aquellos pacientes que tiene patología benigna con un escaso riesgo vital, como por ejemplo los portadores de várices. Hay años, repito: AÑOS, de lista de espera, lo que obviamente es inaceptable. Se debe vender listas de espera, dando prioridad a aquellos grupos quirúrgicos que trabajan en hospitales para que, fuera de su horario, puedan intervenir estos pacientes.
Otra alternativa es que se envíe al sistema privado, pero ésta es una excelente oportunidad para que se fortalezca el sistema público y se entreguen incentivos a los trabajadores de hospitales.
Post pandemia, y como un gran desafío para el próximo gobierno, se deberán resolver estos problemas.