Diciembre 2016

 

Hay un aumento importante de calor en Santiago. Nunca antes visto. Las temperaturas llegan en diciembre, casi hasta 40°C. No se encuentran registros de algo similar en los últimos cien años. El calentamiento global parece ser una realidad. Algo que parecía lejano, se está acercando a pasos agigantados.

 

En el último encuentro en Paris, relacionado con temas energéticos y protección del planeta, se desarrollaron estrategias que, puestas en marcha en el día de hoy, podrán rendir frutos en los próximos veinte años. A lo menos en detener esta verdadera catástrofe que se avecina.

La cultura cortoplacista, de obtener el máximo de productividad y de ganancias en el menor tiempo posible, está cobrando su cuenta. Se predican importantes sequías, que ocurrirán, sino se hace nada, en los próximos sesenta años. Es decir, mañana.

Falta conciencia ecológica, a todos los niveles. Desde los países desarrollados y sus grandes industrias, hasta los habitantes de poblaciones periféricas. Los primeros sin tener, en muchos casos, ningún respeto por el desecho cuidado de residuos, contaminación, explotación irracional de los recursos naturales. Sólo pensando en el día de hoy. Los segundos, botando basura por doquier, dejando grifos abiertos para obtener agua gratuita, quemando desperdicios. Entre medio mucha gente que, como yo, quisiera que hubiera leyes, de mejor calidad, sobre explotación de recursos, que existiere la infraestructura para recopilar los desechos reciclables, que hubiera campañas efectivas para el ahorro de energía, tratamiento de la basura y uso racional del agua.

Nos falta mucho por avanzar. El problema es que el tiempo se agota.
Quizá mañana sea demasiado tarde.

Dr. Mario Uribe
Editor.